
Ausencia
(PARTE I)
Hoy… un día para dar gracias, sin embargo cuando abrí mis ojos esta mañana, la palabra acompañada del sentimiento, estaban ausentes, aunque si, sentí, no lo niego, pero lejos ese sensación de paz que te motiva a gritar al cielo un sincero y abierto GRACIAS.
Ahora te tengo frente a mí, como siempre, paciente, impávida, lista, esperando por mí, por mis letras, hoy, me siento ante ti, tratando de hablarte, pero siento culpa de haberte tenido relegada tanto tiempo, culpa no es solo el sentimiento, a veces te tengo rabia, odio, hasta miedo.
Tu pureza me asusta a un grado tal que pasmas mi cerebro, tu, mi confidente de siempre, eres hoy una inquisidora que me seduce, incitas que te revele mis pensamientos, que hoy sinceramente me asustan. Por qué tanto miedo? Por qué tanta nostalgia? Por qué tanta maldita indolencia? De donde sale esta culpa?
Tanto es miedo como culpa; involucrarme en estas páginas, de nuevo, me asusta, una droga que he probado, con la cual he llorado, reído, he bailado en las nubes, embarrado de lodo mi alma, es sucia, pura, atrevida, dolida, odiada, amada, pero a pesar de todo, una adición.
Rebuscando en un pasado que me mira pidiendo rescate, reconozco que antes, las palabras salían con más facilidad, antes, cuando entendía que todo el universo se confabulaba para burlarse sádicamente de mis días, podía durar horas, días, semanas, llenando de sentimientos tu blanca y pura esencia, hoy que pasa? Ya no siento? O siento demasiado que mis moléculas se han vuelto insensibles?
Irónicamente, hoy que tengo todo en orden aparente, mi alfabeto esta alterado. MI ALFABETO, lo único que es solo mío, lo único que me permitía dormir en paz, durante los peores días de mi vida, las únicas 29 piezas de un rompecabezas que solo yo puedo armar, en intento continuo por reconstruir mi alma y ver completo el panorama para entender muchas cosas. Sera que ahora el panorama es tan perfecto, que mi abecedario ha emigrado a los brazos de alguien más? Quizás ya no lo necesito, quizás no necesito que la Q siga a la P, para terminar una oración, pero… entonces que hago aquí? ahora? Porque me cuesta tanto dejarlo ir si ya no lo necesito?
Entonces el recuerdo hace alarde de su autonomía y me señala cómo empezó este día, la ausencia sincera de dar gracias.
Hoy siento culpa, culpa de no poder agarrar al mundo por el cuello, mirarlo a los ojos y decirle… GRACIAS. Culpable ante un Dios que SE que existe, por que en innumerables ocasiones me lo ha demostrado. Hoy no cambia mi FE, no cambia mi necesidad de tener su protección divina, por eso lloro, porque ante él no puedo sentir diferente, solo él sabe que mis lagrimas son de completa culpa, bajo la cabeza, no puedo mirarlo, él debería ser el último en enterarse.
Y ya no es algo religioso o impuesto, no es un sentimiento movido por las maquinas de lo correcto, hoy mi corazón así lo siente, el único que se merece un control de balance sobre mi vida, es él y yo misma. Y siento culpa, cuando veo sus bendiciones a mis pies, y me ahogo, mi corazón se parte en mil partículas, al tener que bajar la cara y decirle, hoy, no puedo darte gracias!
Lo peor es cuando respiro y pienso que tengo una pregunta en las manos y cero respuestas para darle ¿por qué no dar gracias? Y solo puedo responder, mi alfabeto esta desordenado.
Thanksgiving Day 200X
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