lunes, 21 de junio de 2010

Difuminando las lineas de la realidad...

La realidad es un tiempo en el espacio, un microsegundo que pretendemos hacer nuestro, pero que no nos pertenece, que queremos alcanzar con las yemas de los dedos y la perdemos por precipitados, acercarnos tímidos a su naturaleza, corazón amedrentado, pupilas dilatadas, manos cargadas de sueños muertos.
La realidad es aquí, es ahora, murió en el pasado y renacerá en el futuro, ahora vive en el presente, inquieta y valiente, todo lo que existe, todo lo que nos rodea, lo que vemos con el corazón, lo que sentimos con el alma, lo que tememos, lo que amamos, un todo trasmutado en partículas, un tiempo corriendo, una lagrima, un vaso de agua, un juego, una traición, un circo, un refugio de almas perdidas.
Lo que es realidad para mi en este segundo que escribo, no lo es para ti que lees, no lo es para el hombre acostado en un hospital, no lo es para la abuela que llora la muerte de un nieto, no lo es para el empresario que ha ganado un gran negocio, no lo es para la mujer que ha encontrado el amor de su vida, no lo es para el niño, que en plena calle y debajo de la lluvia, levanta su mano y me dice que tiene hambre.
La realidad no existe, es incorpórea, etérea, incomprendida, es una fracción de vida que corre desprevenida, que se lamenta no poder ser mejor o peor, que se queda corta para hacernos vivir.
Es saber que esta inspiración momentánea, difuminando líneas, me hace enfrentar una realidad fingida, un segundo a segundo que atormenta, un minuto a minuto que alegra. Es reconocer que nada es cierto y todo es verdad.
Espejos esquizofrénicos e idolatras, reflejando realidades atrapadas, mentes cerradas, almas abiertas, ojos ciegos y miradas sinceras. Reflejos caóticos, atropellados a destiempo, la mitad no llena cuando le faltan piezas.

1 comentario:

  1. Gabriella, tienes un don impresionante para escribir, gracias por compartir esta maravilla conmigo!!!

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